Bien, el caso no es que yo critique nada más por criticar, me ha pasado a lo largo de experiencias, encontrarme con personas -Y no son pocas- que tiene un gran problema con sus escalas de valores y con aquello que en ocasiones es tan ignorado, llamado ética. Pero bueno, siempre he creído que una de las principales carencias en los ámbitos educativos es la educación actitudinal. Una de las constantes que encuentro en muchas personas con las que he tenido oportunidad de tratar es que la SINCERIDAD es la una de sus principales carencias. Y es algo grave, en algunos cosas, por ejemplo, es más fácil evadir a alguien diciéndole que tienes un compromiso que en realidad decirle, ¡Ay no wey, me da weba hablar contigo!, y claro que hay niveles porque en ocasiones no solo son mentiras piadosas por decirlo de algún modo, pero si son cosas que no tiene nada de malo decir a la cara tal como es.
Entiendo que no solo el problema es de quien miente o bien no es del todo sincero, sino de aquellas personas que no les gusta escuchar las cosas como son, o sea la devastadora verdad. El detalle es que yo no entiendo como es que personas que ostentan títulos, cargos, y demás adjudicaciones morales, éticas, políticas o sociales, tienen que ser tan cobardes y poco personas que se esconden tras excusas para no dar atención a algo o alguien en este caso. Creo que eso es un defecto que se ha arraigado en sus mentes y personalidades desde que eran críos y cómo no ha habido alguien que durante su formación como personas adultas le reprendan o le digan que eso es incorrecto han tomado la determinación de seguir haciéndolo, aunque eso no sea más que un defecto muy molesto de carácter.
Soy un constante enemigo de que una persona adulta no pueda decir lo que piensa, siente o su reacción ante algo y se esconda en mentiras o falacias que no hacen sino evidencia su falta de tesón y madurez, y por otra parte evidencian sus carencias.