Pasan los años y uno no se convence que las personas no cambian a menos que estén realmente dispuestas a ello, y para que se de tal situación, muchas cosas deben pasar, en ocasiones pérdidas o experiencias dolorosas.
Uno como persona debe estar consciente que solo es responsable de su cambio, y que en esta posmoderna sociedad el conformismo se ha instalado y no piensa dejarnos descansar; pero las zonas de confort nunca han sido para mí y me lo he demostrado en muchos campos.
La mediocridad es un sucio hábito que muchos padecen y algunos otros piensan que están libres de tal, pero lo padecen y encima de todo se niegan, así que están doblemente mal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario