Creo que desperdicio palabras, gasto en exceso aquello no cuesta sino aliento, aquello que desde las entrañas demandante de energía pide a mi organismo, cuánta palabrería inútil, sosa y sin sentido puedo practicar al día. Cuántas cosas he dicho que no he sentido y cuántas cosas he sentido que nunca he dicho, la congruencia y sinceridad para con la gente son la una falasia, a nadie les gusta ver que hay detrás de las máscaras que todos se ponen día a día.
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