Ayer tomé una decisión. ¡No dejaré que las malas experiencias alteren lo que en quiero para mi!, lo que espero tener al final del camino, después de un millón de sucesos que a modo de obstáculos han tratado de hacerme perder mi esencia, hoy me doy cuenta ¡que no se puede!, nada puede cambiar en realidad lo que soy, se lo adjudico a todas y cada una de las cosas malas que me han pasado más que a las buenas, ya que ellas me han moldeado.
Es por eso, que a partir de hoy seguiré creyendo en el amor ideal, en la esposa perfecta, en la casa soñada, en las relaciones de pareja, hijo, hermano y esposo que siempre pensé que podría tener, lucharé con más ganas para que este lugar sea un mundo mejor para las siguientes generaciones, no dejaré que nadie me imponga un modo de pensar, mucho menos podré guardar silencio a las injusticias, no tendré miedo de dejar salir mi voz, mucho menos de mostrar a las personas lo que guardo en mi interior, si ellos se ríen, me señalan o me juzgan será su decisión; pero yo no me pienso esconder más, porque tanto tiempo de hacerlo, empieza a causar daños crónicos, como un veneno que se ha hospedado demasiado dentro de mi torrente sanguíneo. Además como dijo mi compañera de trabajo: "Prometer no empobrece", y ¡es tan cierto!, no me cuesta nada hacer propósitos y tratar de apegarme lo más que pueda a ellos.
La verdad que no renegaré nunca más del alcoholismo de mi padre, ni de mi incapacidad para ser mejor persona, ni la situación poco agradable por la que atraviesa un familiar cercano mío, mucho menos por los daños ocasionados por años y años de guardar tantas cosas dentro de mi. Lo que quiero decir es que SOY LIBRE, SOY FELIZ, CREO EN MI Y PIENSO HACER CUANTO SE ME PERMITA, AMARÉ, CANTARÉ, BAILARÉ Y DARÉ LO MEJOR DE MI. A VIVIR SE HA DICHO, QUE NO CUESTA NADA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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