Desde hacía mucho tiempo alguien que conocí en el medio, me había hecho la invitación a cantar en un grupo de covers de rolas sesenteras y setenteras, pero por extrañas razones no se había dado. El caso es que esta semana me hizo llegar un flyer, además de invitarme a un bar de la ciudad donde se presentaría el grupo. La verdad es que no tenía un mejor plan para la noche del Viernes así que rápidamente me organicé y si, hice acto de aparición en el lugar (para variar, fui solo).
Una vez ahí en el lugar llegué a la barra y ahí estuve, y lo más curioso es que cuando vi quienes estaban tocando, encontré varios rostros familiares; resulta que los señores que tocan con este amigo, son unos doños que están super super pesados para tocar, y son BLUESEROS de hueso colorado, que anteriormente cuando todavía tenía mi banda, dimos con ellos de pura casualidad y hoy me doy cuenta que fue por algo. El caso es que ya que saludé me invitaron a subirme a cantar, y yo encantado de la vida dije que si me animaba pero con cierta reserva pues no sabía que track list llevaban. Pues ya al rato hablando con ellos medio nos pusimos de acuerdo sobre el repertorio.
Lo más curioso es que ya que me tocó subirme, pues ahí voy, casi no me sabía ninguna canción de las que llevaban, hasta que dimos con el repertorio BEATLESCO en el cual si tengo un poco más de conocimiento, pues las clásicas no pudieron faltar, de verdad que hacía mucho no me sentía tan bien, desde que tenía mi banda y tocabamos, es que esa sensación no se compara con nada. Aunque lento, fui tomando confianzita y se puso buena la cosa, hasta que el chavo que estaba tocando el bajo por loquera derepente lo dejó ahí, y uno de los señores me dijo ¡Andale Agarralo!, y yo todo shockeado pues ni idea de que rolas iban a tocar, pero pues como muchas de ellas son Blues sencillitos con una misma base, pues era sencillo jugar con la escala pentatónica. Lo mejor de la noche fue que recordé como se siente estar ahí y ver como la gente comparte una sensación contigo.
La verdad no se si fue el acohol o la efervescencia del momento pero, ¡Qué bien me sentí!, cuando estaba parado ahí me sentía como un BARECITO CANTINA típico de pueblito donde está una banda tocando, les tiran botellas y a todo mundo le vale un comino lo que estén tocando, pero no pude borrar la sonrisa de mi rostro y no puedo dejar de estar tan contento, ¡QUE NOCHE! y a modo de conclusión final: noto que la MÚSICA Y EL ROCK NO SON UNA PARTE "X" EN MI VIDA, HAN SIDO Y SERÁN SIEMPRE UNA PARTE VITAL.
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