jueves, agosto 28

MGMT y en este momento, un miedo inmenso a la colectividad

Desde que tengo uso de razón, mi persona ha estado en constante conflicto con la colectividad, y he evitado en la mayor medida de lo posible masificarme. Desde luego, por más que uno lo evite, formo parte de una especie y tengo por ende ciertas cosas en común con una gran mayoría de personas; sin embargo, en lo que tiene que ver con el gusto musical, siempre he estado alejado de mi generación y de mis contemporáneos en ese tópico.


Todo inició cuando yo era un niño de 10 años, y llegó a mi vida un canal que entonces era bueno y que no solo ponía basuras comerciales, el caso es que desde esa edad tengo uso de razón de haber conocido Radiohead, Nirvana, Pearl Jam, Stone Temple Pilots, y demás bandas del movimiento alternativo en ese entonces emergente. Era curioso llegar con tonadas en mi mente e ideas muy ajenas a la de los Invasores de Nuevo León, o en ese entonces lo Tiranos del Norte, los cuales, eran idolatrados por todos mis compañeros, y desde luego que para mi era algo totalmente incomprensible e inconcebible, creo que es en ese justo momento en que nace en mi ese sentimiento de bicho raro.



En secundaria con nuestro proceso natural de desarrollo, existe la posibilidad de estar a solas con uno mismo, y reflexionar sobre lo que queremos o lo que nos mueve las entrañas. En esta etapa conocí a fondo a los Beatles, quienes me demostraron que toda música popular contemporánea nace de ellos, sin mencionar posteriores inmersiones en grupos como King Crimson, Pink Floyd y los Rolling Stones, que en parte reforzó mi teoría de que no había nada nuevo bajo el sol, y que gran parte de la música que se escuchaba en los 90's, era música de recicle con claras influencias de grandes grupos como los anteriormente mencionados. Desde esos años, el tener una guitarra en mis manos era invitación a crear melodías, no solo a intentar coverearlas como se dice en la jerga musical, el cual sin lugar a dudas es el vicio y el prejuicio de muchas culturas, como ésta en la que me encuentro inmerso, en esas época preparatorianas era normal formar bandas y deshacerlas en un siantamén.

Pero bueno, musicalmente soy más viejo que muchos adultos, -Al menos eso considero yo-, sin embargo, lo importante de este post, es hablar un poco sobre una banda que desde hace tiempo había oído hablar, incluso había bajado su disco y había escuchado fugazmente, hasta que un día hicieron click con mi estado emocional y una vez que yo había bajado la guardia ellos entraron totalmente en mi gusto sónico.


Regularmente soy medio nerd e incluyo fechas y datos fáctuales de quien o lo de que escribo, pero en esta ocasión, no tengo ni el tiempo ni las ganas, así que pienso concentrar únicamente en cosas sensoriales y que a mi ver los vinculan con muchísimas influencias de bandas de verdadero rocanrol.

Mi encuentro con ellos, fue ocasional pues tengo al costumbre de comprar ocasionalmente revistas de novedades musicales, - generalmente independiente -, pues gran parte de la maquinaria comercial ha sepultado para siempre la buena música. Debo confesar que muestro un gran escepticismo en cuanto nuevas bandas, y sobre todo a escuchar "nuevas propuestas", y ocasionalmente me porto como el común de la población, bajo mil y un cosas y postergo la escucha de los mismos. Eventualmente, una u otra cosa me lleva a darle un tiempo y oportunidad a cada nueva banda, creando entonces un filtro de las cosas que considero valen la pena escuchar y las que no son para nada rescatables.

MGMT, es una de las bandas emergentes que ha demostrado tener una propuesta firme y concreta, un poco alejados de esas buenas bandas nuevas de guitarra, como the kooks, fratellis, arctic monkeys entre otros, ellos reciben demasiada influencia de la psicodelia de finales de los 60's; incluso noto un poco de Barrett en el vocalista, me recuerda a quien por aquellas épocas fuera el líder de Pink Floyd, con una imagen totalmente extravagante, de colores exitantes y vestuarios hippiescos.

Sónicamente considero una labor un poco dificultosa describirlos, encuentro desde reminiscencias de Jefferson Airplane, hasta sonidos peculiares y melodías contagiosas a varias voces como lo que fue en ese entonces Pipes of the Gates of Dwan de los floyds, el uso de sintetizadores y exploración de sonidos, los hace tener una personalidad propia, aclaro, esa inclusión de sonidos cósmicos, no es nada improvisada, es una fórmula que pocos grupos alcanzan, y si encima de eso el suman que la construcción armónica de cada tonada es agradable en sumo grado, encontramos que MGMT encontró la manera perfecta de conjuntar todo lo necesario para que una banda logré crear conmoción hoy en día.

Lo que más me sorprende es que mediante su peculiar sonido y estética se han logrado colocar en los primeros lugares de rotación en las estaciones de radio, ý ¡vaya que escucharlos en una estación popera es un logro para un grupo indie! Del disco personalmente recomiendo obvio Time to pretend, the youth, electric feel, kids y the handshake. Espaciales y cósmicos, primos hermanos lejanos de los floyd de la psicodelia de los 60's una banda sumamente recomendable.

Después del comercial, es justo ahí en donde me encuentro en un predicamento, constantemente disfruto de escuchar cosas que son poco comúnes y que alteran un poco los nervios de las personas que solo escuchan a Luismi, Belanova o cualqueir otra porquería. En el caso ,de MGMT, que son una banda muy cool, y con propuesta, me pasa algo un poco raro, en el sentido de que cuando una banda muy buena empieza a ser escuchada por la mayoría, yo inmendiamente como un acto reflejo tiendo a alejarme de esos gusto, ¿Por qué?, simplemente por el hecho de que, cuando la demás gente hace de algo original y especial, una moda, empiezo a desconfiar de ellos y de la banda en sí, y es aquí donde retoma un poco de sentido lo que se menciona un poco más arriba, me alejo de la colectividad, tengo una increíble necesidad de no masificarme, de no caer en ese consumismo, de no transpolar nuestra insaciable necesidad comercial a algo tan bello como es la música. Admito que desde hace algunos meses no bajo ningún disco, porque la última tanda fue bastante interesante.

No puedo negar que por otra parte, el increíble cúmulo de bandas nuevas me genera inquietud, y es que, aunque lo intentado, el consumismo nos llega a todos por nuestro lado más débil, de momento estoy contento con lo que escucho, pero tengo nuevas bandas de las cuales, no sé si me gustaría escuchar, considero oir música, o mejor dicho ¡tragársela!, como un compromiso serio que hoy en día, nadie lo afronta como tal. Es como enamorarse, es tan especial como un transtorno o una posesión al modo del largometraje El Exorcismo. Cuando la música se vuelve un vicio y una necesidad, es cuando, hermanos míos, estamos pérdidos. Agradezco a muchos de mis amigos que tuvieron paciencia cuando y no salía de mis gustos oldies, y me presentaron nuevas propuestas, sin las cuales, yo no sería la misma persona.


¡DE VERDAD, ESCÚCHE MÚSICA, NO LA CONSUMA!

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