jueves, noviembre 29

Un poco de historia personal

Creo que es sumamente importante tomar un momento para reflexionar y ver las acciones pasadas, personalmente yo lo hago a diario, o al menos eso procuro...

La cuestión es que el otro día sin siquiera pensarlo, me percaté que era necesario expresar o dar a conocer un poco de lo que ha sido mi transitar por esta vida y desde luego debe ser publicado como es la vida misma, desde todas las ópticas posibles. Además pretendo que con estas líneas cualquiera que se sientas identificado, sepa que cuando guste podemos intercambiar opiniones. Muchas de las etapas por las que he pasado han estado acompañadas de personas increíbles y de gentes que han hecho este viaje un poco más placentero, muchas de ellas tristes otras tantas tan deprimentes que pueden hacerlo uno estar en el borde; pero todas y cada una de ellas totalmente fructíferas e ilustrativas.

Una de las Experiencias que siempre utilizo para hacer reir un poco a la gente, aunque yo lo comente totalmente en serio, es que yo odio la escuela y que era super feliz al estar en jardín de niños, que nunca debí salir de ahí y que es un error el trauma que hacen pasar a los niños en su transición de lindos juegos, colores y dinámicas a el rigor de llevar y aprender sobre distintas materias en un tiempo y actividades rígidas. Muchos de mis interlocutores han creído a lo largo del tiempo que yo juego cuando comento esto; pero tiene un trasfondo psicológico un poco más personal; ya que en preescolar yo era un niño un poco menos atento de lo normal por lo cual era feliz con la situación de mi casa, yo bien lo podría llamar como inocencia... Con el pasar de los años, me percaté de los distintos problemas familiares que se desarrollaban en mi entorno y sin darme cuenta perdí mi felicidad y mi gusto por ir a la escuela por tener en mi mente siempre presente la situación de mi casa.

La primaria para mi, fue un verdadero sueño dormido, cada día era como una ensoñación una enajenación constante que solo veía pasar fonemas, morfemas, esquemas, diagramas, números, sumas y restas; lo más curioso de la situación es que aunque nunca puse verdaderamente atención lograba salir avante en mis materias, y no con deficientes calificaciones. La cuestión es que ahora que lo pienso, inconscientemente desarrollé una fuerte aversión a la escuela debido en gran parte a que prefería estar en casa al lado de mi mamá para ver si no necesitaba algo, desde luego es como todo la vida no es solo negro o blanco, hubo momentos que no eran del todo pésimos. Otra de las cosas que es importante hacer notar es que para esas fechas mi peso se había incrementado sobremanera y no era lo que digamos "estéticamente aceptado", lo cual no solo afectaba mi concepto persona, sino que por ese mismo sobrepeso tenía complicaciones para realizar actividad física, lo cual estriba en que posteriormente no quiera saber nada de nada de ningún deporte y me incline determinamente hacía la música. Sin mencionar que mi única afición en ese momento era pasar la tarde enterar viendo surgir el movimiento de ROCK ALTERNATIVO en MTV, lo cual en muchos aspectos me hacía distinguirme de todos los demás niños de mi edad, que no creo sea necesario hacer notar que sus gustos eran MUY MUY diferentes, y así al compás de Nirvana, Radiohead, Pearl Jam y muchos otros, fui forjando una actitud de total discrepancia de mis compañeros.


Tal vez suene medio melodramático, pero en realidad ese cúmulo de experiencias fueron determinando una mayor cantidad de cosas de las que nunca había podido llegar a pensar. Para la época de la Secundaria, desde luego el autoestima y la imagen personal son lo más importante por lo cual tomé la determinación de bajar de peso y lo logré, sin pensarlo me quité todo el sobrepeso y quedé como una persona normal, sin embargo Normal es un término que nunca se adecuo a lo que yo era en comparación con los demás, no puedo explicar a ciencia cierta porque nunca encajé en el modelo formativo de una secundaria de gobierno y mucho menos con mis congéneres; lo que si puedo recordar es que muchos de ellos tenían curiosidad y gusto por consumir sustancias y a mi como que nunca me llamó la atención difícilmente interactuaba con la gran mayoría, además siempre he sido desconfiado de las experiencias colectivas y masificadoras. Lo importante es que salí y logré ingresar a fuerzas por decisión de mis parientes, a una prepa cerca de mi casa, la cual odiaba con todas la fuerzas de mi ser, pero de verdad que de no haber estado ahí, donde todos me conocían y podían controlarme, posiblemente hubiera hecho de mi vida un papalote en ese entonces.

Viví unos años increíbles en esa escuela no lo puedo negar, tuve mi primer amor serio "Betsy", coin quien en realidad fui un desgraciado, lo bueno es que ella es super buena persona y a la fecha me ha perdonado todas mis estupideces. Encontré a mi hermano del Alma "Ramón", a quien en secundaria no podía ni ver, descubrí que las matemáticas no eran lo mío, la física tampoco o más bien el método de enseñanza, hice llorar a una maestra en varias ocasiones y casi ocasiono un pleito masivo por andar como siempre de defensor de los desválidos. Tuve relaciones, manejé por lugares que nunca lo había hecho, tomé, fume, llegué super borracho a hacer un examen, hice el ridículo por agradar a quienes en realidad no valía la pena, me dejé llevar por habladurías, por celos y demás sentimientos bobos, pero al final logré salir y disfruté sin lugar a dudas mi graduación, en la cual como es de esperarse hice de las mías.

En una ocasión más llegaron momentos de ruptura en los que uno debía dejar ir amigos y hermanos a diferentes puntos y tomar rutas diferentes, nadie de los entonces mis conocidos estaban interesados en formarse como docentes ni nada referente, que en ese entonces no era mi principal intención ni gusto personal, pero que opté como profesión por ser una opción que medio llenaba mis expectativas, ya que yo quería en realidad estudiar música, carrera por la cual nunca opté por miedo al fracaso y la independencia. Hoy en día me doy cuenta que hubiera sido un gran error. Fue difícil no puedo negarlo, tomar un caminio diametralmente opuesto a todos y caminar por el, ser diferente una vez más.

La licenciatura en Ciencias de la Educación en el Instituto Tecnológico de Sonora me esperaba con las puertas abiertas. Con un low profile, pero ahí me encontraba, de inicio la verdad todo era super nuevo, venir de una formación totalmente tecnológica y empezar a ver cuestiones humanísticas era en realidad una proesa, y se repetía el patrón de buenas notas pero poco aprendizaje o más bien aprendizaje momentáneos y poco significativos, además de que siempre lo temas eran ajenos y extraños. En algún punto de mi formación académica titubié si esa era mi profesión o no, y desde luego el hablar con algún asesor de nada sirvió, pero en fin por puro protocolo lo hice. Inconscientemente siempre supe que la universidad era algo diferente que era esa etapa en la que uno se volvía crítico se terminaba de forma, adoptaba una profesión y la abrazaba con anhelo, pero de verdad que una formación tecnológica y con más énfasis en la tecnocracia que la verdadera interiorización de los contenidos, solo desgastó en cierta forma mi espíritu, desde luego como una opción cercana y propia de mi realidad económica estaba bien. Dentro de las cosas que más atesoro y guardo dentro de mi, es que nunca doblegué mi pensamiento ante ningún maestro que propusiera ideas descabellas o ilógicas, en ocasiones tuve que enemistarme con muchos de ellos por su afán de reproducir el aparato burocrático del sistema nacional en una institución que se presumía pública. Docentes que pensaban y siguen pensando hoy en día que su palabra es mandato de rey, y a quienes muchos de mis compañeros adularon y por eso mismo consiguieron pegarse a ellos y conseguir puestos dentro de la estructura de la institución. Yo prefererí en cambio el camino largo, pero que en un plazo de mayor tiempo me ha dado satisfacciones que otros nunca llegarán a tener.

Incluso por retar a uno de los docentes autoritatistas, sufrí el estrago de tal acción y me atrasé todo un año, perdiendo a mis amigos de generación. Sin embargo de eso saqué algo muy bueno, en un paseo con esa generación posterior a la mía conocí a una mujer que llenaba ampliamente mis expectativas y con la cual viví cuatro años de mi vida, desde luego, de eso se aprende y cuando termina deja heridas que paulatinamente van sanando. Esa persona fue motivadora de mi inscripción en una maestría y ayudó a terminarla. Sin embargo por motivos que desconozco la relación terminó y bueno creo que eso es otro capítulo, al cual no quiero llegar en este momento.

Otra de las cosas que más me hace ruido hoy en día, es el hecho de que siempre he sido muy con el uso del vocabulario y las palabras, nunca he tenido problemas para articular algún tipo de discurso, y la razón por la que más me llama la atención es que en ningún mometo de mi formación se me inculcó el gusto por la lectura o algún tipo de expresión o exposición de razones que diera génesis a ese tipo de cualidades, sin embargo considero que conozco un considerable número de palabras y no seré el más docto ni el más ágil al articular un discurso, pero me considero dichoso de poder concretar y dar orden a mis ideas en palabras.

Al momento me encuentro envuelto en un proyecto cultural que demandó de mi, un estudio profundo de Historia, Apreciación y docencia del arte, así como un sinfín de conocimientos que nunca pensé llegar a tener, lo cual me comprobó que tengo la facilidad de adaptarme a las situaciones que la vida me va planteando; pues de no conocer en realidad mucho de teoría del arte, he llegado a sentirme seguro al hablar sobre pormenores de la apreciación de las distintas disciplinas artísticas. Considero que soy una persona mucho más abierta y receptiva que tiempo atrás, adoro mi situación familiar y he aprendido a darme tiempo a mi mismo, para asimilar las cosas y aceptar mis defectos. Antaño solía recriminarme mis errores, hoy en día lo sigo haciendo pero soy un poco más clemente conmigo mismo y acepto que puedo errar, después de haber crecido en un hogar con muchos hermanos mayores que se daban a la tarea de criticar mis acciones, hoy a mis 25 años entiendo por fin, que ellos pueden decir lo que quieran pero al final del día el que está más tiempo conmigo soy yo, y lo peor es que en ocasiones puedo llegar a mentirme, pero en la noche al hacer la reflexión diaria, la conciencia me reclama esos engaños....

"Solo soy una persona que lucha día a día por hacer algo, aunque un poco, para que este mundo marche más derecho y mejor".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya hacía falta ver algún escrito que hablara exclusivamente de TI.

Eduardo López Verástegui dijo...

Gracias por tu comentario, pero el espacio tiene tintes catárticos, y en muchas ocasiones en mi vida ocurren cosas que tiene que ver con mi profesión, mis gustos y mis experiencias personales, bien sabes cualquier cosa que se quiera saber ahí está una dirección de correo... Claro a menos que seas una persona indeseable, entonces evítame la pena de siquiera no contestar...

Alejandro Ballesteros dijo...

creo que no fui una persona de relevancia en tu vida (snif) puesto que ni me mencionas... (snif, snif) haré mi propio blog y no te mencionaré para que veas lo que se siente

Anónimo dijo...

creo que no fui una persona de relevancia en tu vida (snif) puesto que ni me mencionas... (snif, snif) haré mi propio blog y no te mencionaré para que veas lo que se siente

Eduardo López Verástegui dijo...

Carnal no te me aflijas, tal como dice este post pasado, es solo un poco de historia personal, desde luego que existen un sinfín de capítulos más que poco a poco irán dejándose entrever en futuros post, lo que si puedo hacer es pedirte que me envíes imágenes de tus obras para hacer un post de ellas... ¿Cómo ves? ¿te late?