jueves, abril 3

Manía o Masoquismo

Puede ser uno o el otro, el hecho es que yo no puedo ser feliz, yo no puedo pensar en una sola cosa a la vez, yo no puedo ser como las demás personas, no puedo dejar mi mente en blanco y mucho menos puedo parar esta incesante máquina de mortificaciones que es mi mente. Me percato de lo anterior desde que tengo uso de razón; poco después de los 5 años dejé de ser niño y empecé a preocuparme por los problemas de los demás, no podía concentrarme en la escuela, el mundo, en sí, por todo lo que acontencía me hacía sentir el tiempo pasaba en vano y yo encerrado en cuatro paredes.

Hoy en día como alguien que podría decirse "Adulto", más que nada por edad que por comportamientos, esos viejos fantasmas tocan de nuevo la puerta y se encargan de mortificarme cada vez más. Aunque haga mi mejor esfuerzo en cualquiera de los ámbitos, siento que siempre podría dar más, o que fui mediocre en mi desempeño, es como una ambición de ser mejor, de ser alguien que de verdad genere un cambio, propiciado esto en gran medida a la aridez y poco interés de la sociedad de nuestro tiempo. No puedo dejar de preocupar y esforzarme por ser mejor, y eso no está mal, el problema es que yo lo hago lascivamente.

2 comentarios:

paola dijo...

yo creo que has aprendido a vivir con ello, uno aprende a vivir con ello. yo me siento abrumada, cansada, enfadada, siento que no vale la pena, derrotada, sin ánimos, quiero ser como esa gente que le importa poco o nada.

pero cuando pasa algo. alguien sonríe, te llaman a las 3 de la mañana pidiéndote consuelo, te responden cuando lo necesitas, te entendien... tiene sentido. tienes que imaginar que estás tranquilo, en el lugar donde más tranquilo que te hayas sentido.

es el momento (cada día es el momento) y tú lo sabes... también sabes que puedes hacer que la rutina cambie. tienes que permitirte esos pequeñas cosas.

Deep down, everyone wants to believe they can be hardcore. But being hardcore isn’t just about being tough. It’s about acceptance. Sometimes you have to give yourself permission to not be hardcore for once. You don’t have to be tough every minute of every day. It’s okay to let down your guard. In fact there are moments when it’s the best thing you can possibly do… as long as you choose your moments wisely.

=)

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