martes, junio 19

Artículo no publicado

Dado a que trabajo en un proyecto de Museo de Arte una de las estrategias para acercar a la comunidad a las manifestaciones artísticas, es elaborar artículos donde se comente acerca de las características de las exposiciones temporales que ahí se exhiben. Elaboré este artículo y por diversas cuestiones no salió a la luz, pero igual lo publicaré aquí

Helga Krebs “practicante de una fuerte pero elocuente narrativa”



En la inacaba búsqueda de eficientes medios de expresión que permitan al ser humano sanear las mil y un infecciones que el incesante ataque de los estímulos externos provoca; se recurre múltiples medios, bien sean, sónicos, histriónicos o plásticos.

El anterior pensamiento tiene su génesis en el constante involucramiento que a razón de la estancia de la exposición “Seis de Tierra Sonorense” en Casa Rosalva he tenido con la obra de la pintora Helga Krebs. En poco más del mes que tiene de apertura al público, he sido partícipe de una muy variada gama de opiniones referentes a la obra de esta pintora nacida en Alemania pero naturalizada Chilena. Desde personas totalmente familiarizadas con este tipo de lenguaje, hasta personas molestas con la creadora.

Considero que esto se debe en gran parte, al alto nivel de subjetividad inherente a la apreciación estética. Lo que si es importante recordar al momento de entrar en interacción con manifestaciones artísticas, es el hecho de que, fueron creadas por personas y no por entes extraños; por lo mismo, sean pintura “raras” o “bonitas” narran la cosmovisión de su creador.

En el caso de la chilena Helga Krebs no se tiene un caso sencillo, pues para empezar les comentaré que ella nace en 1928 en Alemania en el período en que empezaba a gestarse la segunda guerra mundial, así como la llegada al poder de Adolf Hitler y el surgimiento de la Alemania Nazi. Motivados, supongo yo, por escapar a cualquier percance que pudiera afectarles, la familia Krebs emigra a Chile donde posteriormente en ese país el tipo de experiencias de carácter bélico la sigue, pues ella reside en el país mientras se suscita el golpe de estado contra Salvador Allende. Pero radica en Hermosillo, Sonora desde 1977.

Siendo esto, un poco del trasfondo histórico del que fue partícipe la Sra. Helga, es en cierto sentido un poco más fácil acercarse a su obra y del mismo modo entender cuál es la rúbrica que utiliza para narrar esas experiencias que fueron y son parte de su vida.

En muchas de las obras, que tienen una fuerte carga emocional, aparecen figuras dolientes, agonizantes, pérdidas en gritos de dolor, pero ese grito carece de sonoridad, pues es más bien la queja sorda de todas esas voces acalladas por un opresor. Como si fuesen descoloridos recuerdos, víctimas de una violenta corrosión, narraciones de vívidos recuerdos, pero a la vez advertencias sobre futuros panoramas que pueden llegar a presentarse si las personas no toman las necesarias medidas sobre sus acciones.

En otras de sus obras utiliza Simbolismos referentes a sucesos todavía inquietantes; una urgente queja contra la masificación del individuo y al como el hombre puede ser tratado como objeto. Incluso puede venir a nuestra mente la idea de una trasgresión a la inocencia infantil, en el caso de los juguetes rotos, siendo estos artículos típicamente propios a esa etapa en la vida del ser humano. Destaca además en su obra, la cuidada técnica con que las desarrolla, además de la incorporación de materiales poco convencionales en el ámbito de la pintura, como son las radiografías, o esmaltes para la ilusión de cascos de soldados en dos de sus obras. La manera en que utiliza las figuras, en todas sus obras denota una fuerte tensión.

Debido al tratado de estos temas, que no son por así decirles del todo “agradables”, es que se ha suscitado esa polémica, o esa confrontación de opiniones sobre la obra de la Sra. Helga Krebs; sin embargo una de las cosas que nos pueden ayudar a generar una actitud más receptiva al momento de acercarnos a las manifestaciones artísticas ya sean dramáticas y emocionales, o bien geométricas y luminosas, o de cualquier otro tipo; es, el recordar que las personas tenemos una amplia gama de emociones que nos abordan a razón de las experiencias humanas.

Además de tener en cuenta que el arte es una alternativa de expresión para la interioridad del individuo, por lo mismo, una obra puede trasmitir la alegría de una cándida escena familiar, el goce que hay en la apreciación de un bello paisaje, o bien la tristeza y melancolía de malas experiencias vividas en situaciones traumáticas como las propias de la obra de la Sra. Helga Krebs. De este modo nos beneficia más a nosotros como espectadores mantener una actitud receptiva y abierta a este diálogo al que ella nos invita.

La obra de esta pintora chilena y de cinco artistas de la Exposición “Seis de tierra Sonorense” permanecerán en la ciudad hasta el 24 de Junio del presente, en Casa Rosalva, con horarios de galería de martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs. ubicada en Chihuahua 147 nte. con admisión gratuita. De este modo se hace la más cordial invitación a la comunidad, a conocer la obra de estos artistas y generar sus propias impresiones sobra la forma de expresarse de cada uno.

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