Siglo XX, en la Expresión Plástica Mexicana

Es verdaderamente sorprendente y asombroso, el poder cuantificar los logros y avances que ha tenido en país en tan poco tiempo, pues si no olvidamos dentro de 3 años, festejaremos el Bicentenario de la Independencia del País y el Centenario de la lucha civil de la Revolución Mexicana. Tal es costumbre mi trabajo es un constante motivador a aprender cosas nuevas, pues en el ámbito artístico y en otros tantos, hay un sinfín de cosas que no conozco; pero estacionándonos en la cuestión artística, he descubierto y redescubierto la gran riqueza de las temáticas y recursos estílisticos de los artistas de nuestra nación; solo equiparable al estupor que ha de haber sentido Cortés al ver las promesas de esa tierra que intentaba conquistar.

Un artículo que ha sido muy clarificador y en el que me he apoyado fuertemente es "historia mínima del Arte Mexicano" de la Doctora Teresa del Conde. Una gran cantidad de información novedosa y otra tanta que con un poco de acervo histórico se redondea de una manera increíble. Esta misma semana despedimos en el museo la Exposición fotográfica de la Fototeca, "México entre fiestas y Caudillos" cuya temática principal, era la revolución y diversos festejos de las fechas circundantes. La cual permitió a muchos de los que entramos en contacto con ella, revivir sucesos y recordar acontecimientos que desde hace mucho yacen en la memoria colectiva de nuestra nación, lo cual, es sumamente importante en estos tiempos en que la mayoría de la población sufre de pérdida de memoria crónica.










Pues bien, a razón del arribo de la colección del Museo "Casa Redonda", Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo a la nuestra cuidad, he realizado una inmersión en la bibliografía referente a un mismo tema, pero que comprende tres pequeñas divisiones. La primera, es la Escuela Mexicana de pintura, en un segundo término la Generación de Ruptura y finalmente, la generación de Postruptura.

Una gran sorpresa me llevé al encontarme con el increíble cúmulo de acontecimientos y buenas intenciones por parte de todos los participantes y partidarios del nacionalismo de la Escuela Mexicana de Pintura, institución postrevolucionaria surgida por iniciativa del entonces Director de la Secretaría de Educación Pública (Vasconscelos), quien comisionara a un grupo de artistas de grande talla a crear las imágenes con tintes políticos que darían rostro al devastado país, otorgándoles así el rol de encargados de crear las imágenes que tuvieran como principal intención educar y mostrar un poco de la historia de héroes nacionales, geografía nacional, y lo que en cierta forma es más interesante, el retorno a las influencias del México prehispánico, todo esto con un estilo figurativo académico. Dentro de esta generación están por solo mencionar a algunos, el reconocido Diego Rivera, el Férrero David Alfaro Siqueiros, el expresivo Orozco, quienes en esas representaciones trataron de reinvindicar y dar a conocer lo que es en realidad la "identidad nacional". Sin embargo, el grupo fue bastante productivo, prolífero y variado.





Sin embargo, debido a múltiples factores tales como: la introducción y conocimiento de las vanguardias europeas (históricamente hablando), así como las distintas emigraciones, tal es el caso de los Españoles que huyeron a razón de la Guerra Civil Española, dieron paso a que que la generación posterior a la Escuela Mexicana de Pintura, buscara conseguir mediante diversos recursos plásticos plasmar gran variedad de temáticas de toques subjetivos y personales, además de privilegiar alternativas plásticas distintas a las utilizadas por sus antecesores. Nominados por gran cantidad de teóricos como la "Generación de Ruptura", pues cansados de ese discurso nacionalista, deciden probar e investigar nuevas alternativas plásticas. Representantes importantes que exploran las posibilidades expresivas de los materiales, otros con tintes neofigurativos y neoexpresionistas, con temáticas cada vez más personales, subjetivas e interioristas, expositores como el pintor abstracto Manuel Felguérez, Rafael Coronel, quien utilizando la neofiguración logra crear un lenguaje muy propio de escenas misteriosas, con una simbología personal desarrollada a lo largo de los años de labor creativa, Mathias Goeritz quien realizando una sintésis de la forma juega un papel importante como líder de diversos círculos artísticos.








Desde luego, hacer un estudio detallado y totalmente analítico de las distintas épocas de la plástica mexicana, es una labor cuantiosa y que poco a poco iré desarrollando, pero lo que más resalta a mi percepción, es la intención de todos aquellos que amando tanto nuestro país entregaron su vida y sus ideales para rescatar la identidad nacional, masacrada desde tiempos de conquista, pasando por la independencia y finalmente, la Revolución Mexicana, la cual diera paso a una generación ávida de crear conciencia de los estragos ocasionados por es lucha, además de las razones que propiciaran en un primer momento dicho movimiento, que si bien iniciara por razones política por Francisco I. Madero como forma de insurrección contra Porfirio Díaz, a la cual fueron aunándose diversos motivos, causas y reclamos. Por tal motivo, lo que más llama mi atención es el cómo estos personajes (algunos de ellos sin tener conciencia de en realidad lo que era un carácter nacional), hicieron hasta lo imposible por rescatar y retomar los valores que consideraban propios de nuestra gente.