viernes, febrero 6

En ocasiones la coherencia es mi peor enemiga

Me he dado cuenta, en repetidas ocasiones que mi cerebro es algo así como un torrente de ideas, y que todas y cada una de ellas, se contraponen y puedo pensar hasta la más profunda cosa, hasta una increíble sarta de idioteces; pero en realidad lo considero una gracia, no por nada me he ganado en ocasiones el título del rey de las pendejadas. Y, es que es algo que no puedo controlar, a mi mente llegan mil y un cosas todas revueltas, por ejemplo ahorita pensé que posiblemente si no me cuido al salir de la oficina podría ser raptado por ovnis, y que ellos me harían pruebas de esas cochinas metiendo tubos en todos lados, y que si además tuviera la más mala suerte, cuando los ovnis me dejaran podría llegar un comando armando y me secuestrara, pero como ven que soy muy buen tirador, me hagan su lider y empiece yo una campaña para matar a Felipe Calderón, pero como es un chapito pelón muy fuerte, tendría que ir con una bruja para hacer un conjuro con elementos como pene de sapo toro, cola de zarigüeña, intestino y placenta de ballena y corazón dinosaurio.

Es un sinfín de ideas y cosas que aparecen por ahí, como si fuera Alicia en el País de las Maravillas, pero con sombrilla como Mary Popin y sintiendo el viento y brisas marinas en la cara, como si fuera un vegetariano grinpicero, o pizzero. En fin así funciona esta máquina que tengo por aquí arriba. Cuídense,

NOTA: se nota, que no tenía nada que hacer ni de que hablar...

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