domingo, febrero 8

Noche de casino

Los López somos personas muy propensas a la compulsividad y sobre cuando se trata de vicios, entonces, es sumamente peligroso que cualquier adicción nueva aparezca en el radar, porque realmente es un problema. Anoche para darle gusto a dos mujeres importantes en mi vida (mi novia y mi hermana), decidí ir al casino, -y es que antes ya había entrado, pero nunca estado más de 20 minutos-, y viví una mezcla muy rara de emociones; que iban desde el asombro hasta la sorpresa y demás, analicé muchas cosas y entendí otras tantas de nuestra naturaleza.

La verdad, es que por más que trate de hacer como si no pasara nada, no puedo evitarlo, me sentí medio mal ahí adentro, al ver a tanta gente enajenada, insconciente y cual autómata presionando un botón, en un juego en elcual ni siquiera uno puede controlar la caída de fichas, ni nada por estilo, es simplemente el extremo de la inhumanidad; encima de todo, capté que había algo ahí que se llamaba "Servicio", el cual consistía en aplastar un botón, de la máquina y no necesitabas levantarte a comprar más crédito, pues venía alguien y te ponía más. Por si fuera poco, el hecho de que uno está estupidizado con la máquina, existe la opción de estar ahí como todo buen ser alienado y no moverse de la silla, por horas. En el lugar podías ver personas de todas las edades, y por más que me esforcé por entenderlo, no lo conseguí, no se cómo la gente puede estar horas ahí, gastando dinero y perdiendo el tiempo.

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