El costoso juego del Fútbol

México es quizás uno de los países más rico de nuestro planeta, muy prolífico y lleno de recursos minerals nobles que por años han mantenido al pueblo. Claro, yo puedo decir la clásica frase "nos manejan mal", pero eso es más que bien sabido, ¿qué caso tiene entonces siquiera mencionarlo? Pero es que como bien dicen "El que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame", es decir si tu estás agusto cuando te hacen mensos y tu lo escogiste, pues eres feliz.

Lo mismo pasa con el pueblo mexicano, los espectáculos, entretenimientos y demás, distraen la atención de los problemas reales y enajenan al grueso de la población. Uno de los más importantes sin lugar a dudas en nuestro país es el FÚTBOL. Un deporte que en realidad no es enfadoso ver en televisión, y que incluso puede tolerar. Pero lo que en realidad no vemos es que detrás de cada juego existen un sinfín de interesados y beneficiados que lucran con todo aquello que está relacionado con el fut. Playeras, camisas, costos de jugadores, entradas, venta de cerveza, membresías, y así la lista puede llegar hasta China sin culminar.

Desde luego que el fútbol, y muchos más programas y barras de entretenimiento son el perfecto placebo para el trabajador promedio que al término de una jornada laboral tediosa o extenuante solo busca un escape con una cerveza y programas que no invitan ni a la reflexión, ni al análisis y que promueven la ignorancia y el sensacionalismo.

No creo que televisar deportes sea malo, creo que el hecho de que todo un país esté al pendiente de un juego que costó un dineral y que ese dinero bien podría ser utilizado en EDUCACIÓN o CULTURA que hace tanto fanta en el país, qué digo falta, creo que son los únicos apoyos que pueden salvar nuestro menguado país.

P.D. Entendamos que ser nacionalista no es ver el juego, pintarse la cara y ponerse una camiseta, ser Nacionalista es conocer nuestras raíces, amar lo que el país tiene de hermosos, cuidarlo de extranjeros y usurpadores y desde luego saber que somos grandes y lo seremos siempre, pero para poder ser lo que debemos alcanzar hay que extirpar cánceres como el enajenamiento vulgar de la televisión y de los medios de comunicación.