jueves, agosto 23

El desierto sin fin.

Áridas han sido todas y cada una de las respuestas del medio hacia mi, desde que tengo uso de razón la felicidad ha aparecido como el etéreo sueño que lejano y difuso, cual espejismo aparece cada determinado tiempo y coquetea fugazmente conmigo. Desierto y soledad, son constantes en este existir. Como una interminable caminata por un terreno que no ofrece ningún signo de amistad solamente agrede cuanto puede y desgarra las buenas intenciones que podrían aparecer en esta carne tan corrompible por los deseos más carnales. ESTOY HARTO DE TODO, NO SE COMO HACER UN ALTO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me preocupó tu último mensaje... estás bien??

Eduardo López Verástegui dijo...

Muchas gracias por escribir, estoy bien no te preocupes, es solo que a veces son tantas cosas que uno debe cuidar para estar medianamente bien, y siento que mi cerebro se agota, que es demasiado para mi.