lunes, septiembre 3

Me siento un poco inspirado...

Es en buena parte, debido a que de nuevo estoy despertando de ese letargo en el que por períodos cortos de tiempo caigo cuando bajo la guardia y dejo que mis demonios controlen lo que soy y lo que pienso.

El día de hoy fue realmente reconfortante, ya que después de varios días de entrar en contacto con las diversas imágenes que arribaron a la ciudad como parte del Préstamo de obra que hizo la Fototeca Nacional del INAH a Casa Rosalva, hoy se casi se terminó la fase de montaje de la exposición. Es sumamente reconfortante tener el privilegio de ser de las pocas personas que están detrás de la organización de dicha Exposición que lleva por nombre "México entre fiestas y Caudillos", misma que muestra imágenes del pueblo mexicano en tiempos en que se celebraban los festejos por el Centenario de la Independencia de nuestro país, además de escenas de los diversos caudillos revolucionarios, y por si fuera poco, diversos cuadros en donde se pueden apreciar diversos actos protocolarios a lo que asistían los presidentes en turno, mientras el país de devastaba en la guerra civil revolucionaria.

Lo más increíble del asunto es que al estar involucrado en la museografía de la exposición, uno tiene la posibilidad de documentarse lo suficiente para conocer la grandeza de este tipo de archivo, que todas las personas que visiten la exposición tendrán el gusto de ver. En muchos, como en mi caso renacerá la idea de estudiar a fondo los diversos sucesos que acontecieron en la nación en esa época. A otros los cautivará sin lugar a dudas las cualidades estéticas tan delicadas e inspiradoras de las que estas personas que asumiendo su papel de documentaristas se dieron a la tarea de guardar mediante una cámara fotográfica lo que hoy día funge como la memoria del país.

Por otra parte, me llena de alegría el poder facilitar a las personas que visiten la exposición, un poco de la información que se ha recopilado en el proceso, así como el facilitarles el contacto con la misma mediante las diversas estrategias didácticas que se desarrollan durante la permanencia de la exposición. Con nada de puedo comparar la sensación que se siente al ver que uno ha contribuido aunque sea en una pequeña porción a que alguien pueda apreciar el valor de las distintas manifestaciones artísticas. Pues cada obra, cada creación es un testimonio de una cultura o de algún momento en específico, por tal motivo es fácil sentir empatía e identificación ante ellas y desde luego en el caso de esta exposición es imposible no sorprenderse y cautivarse ante las distintas escenas de nuestro país.

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